Mientras que la industria de agroquímicos aplaudió “el profesionalismo de las autoridades” en el decreto para prohibir 35 plaguicidas en México, expertos señalaron que es un “muy tímido avance”, limitado y es “una medida simbólica” que no afecta las firmas que los producen y comercializan, porque se trata de moléculas viejas, algunas de las cuales ya se habían cancelado hace casi una década y aún están autorizados 200 moléculas altamente peligrosas prohibidas en otros países.
El director de RAPAM, Fernando Bejarano González, quien desde hace años ha advertido sobre los peligros que implica el uso de plaguicidas en el país, expuso que el decreto presidencial no incluye la prohibición de productos más usados en en el campo como clorpirifos etilo, glifosato o fipronil.
El anuncio hecho el 3 de septiembre pasado en Palacio Nacional por el gobierno de la Cuarta Transformación (4T), “es más bien una medida simbólica, resultado de las negociaciones que coordinó Sader con los grupos empresariales de la industria de plaguicidas de síntesis química para que no afecte sus intereses económicos y no sea cuestionado mediante amparos por ella ó el sector agroempresarial, como sucedió en el sexenio anterior con el caso del decreto presidencial sobre las restricciones a la importación del glifosato para terminar con su uso”.
Bejarano González plantéo que si bien el decreto actual consolida y amplía la medida e incluye ahora la prohibición, formulación, comercialización o uso, algunos plaguicidas incluidos en la lista, como el dinoseb, ya se había prohibido desde 1991, y Cofepris había cancelado siete de ellos en todas sus autorizaciones desde 2016, como el DDT, endosulfán, lindano; mientras que 13 de ellos no se podían importar desde inicios del 2020 por decreto presidencial emitido en el sexenio anterior.
En un comunicado, el experto subrayó, “son 35 plaguicidas prohibidos, pero permanecen 200 ingredientes activos de plaguicidas altamente peligrosos autorizados con registros vigentes, exponiendo a la población a efectos graves a la salud y ambiente…”.
Bejarano puntualizó que el decreto presidencial no incluye a ninguno de los plaguicidas altamente peligrosos de mayor venta en México, por ejemplo: el insecticida clorpirifos etilo, un neurotóxico infantil que afecta el desarrollo neurológico, es un alterador hormonal a muy pequeñas dosis, además de ser muy persistente, bioacumulable y transportarse a grandes distancias. La Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes acordó, en mayo de 2025, eliminar el uso de dicha molécula en el mundo.
El listado que se anunció
tampoco incluye al insecticida fipronil y los neonicotinoides prohibidos en la Unión Europea (imidacloprid y tiametoxam) que causan una alta mortandad en las abejas; ni al herbicida glifosato, probable carcinógeno del que se ha confirmado su presencia en la orina de la población infantil en diversas comunidades rurales; ni al herbicida paraquat, relacionado con la enfermedad de Parkinson y prohibido en 72 países.
Reconoce industria de agroquímicos decreto
Al referirse al decreto en cuestión, el presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC), José Escalante de la Hidalga, expuso que “gracias a este decreto el gobierno Federal ha revocado autorizaciones, permisos y registros para la producción, formulación, fabricación, almacenamiento, importación, transporte, comercialización, distribución, uso, aplicación y disposición final de 35 plaguicidas en todo el territorio nacional”.
Por medio de un comunicado, el organismo reconoció y aplaudió “el profesionalismo de las autoridades correspondientes, principalmente de las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de Salud, representada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para lograr un conjunto consensuado de plaguicidas que debían desaparecer oficialmente”.
Recordó que como se dio a conocer en la conferencia de la Presidenta de México, “no se habían prohibido oficialmente algunos plaguicidas dañinos a la salud y al medio ambiente y que ya habían sido prohibidos en muchas partes del mundo, pero ahora gracias a la coordinación entre gobierno e industria han quedado fuera del catálogo de moléculas permitidas en la producción agrícola”.
La medida, resaltó, “abona en la confianza que los agricultores y sus trabajadores tienen y seguirán teniendo al contar con los fitosanitarios que pueden usar para proteger los cultivos y competir equitativamente con el resto del mundo y, al mismo tiempo, cuidar la salud y la ecología de México y de los mexicanos”.
Aludió que la industria fitosanitaria,”seguirá fomentando la fabricación, formulación y en su caso importación de mejores fitosanitarios autorizados por la Cofepris para cuidar la salud humana y el medio ambiente, con el fin de generar mayor seguridad para los trabajadores del campo, así como una mayor rentabilidad y productividad de los cultivos”.
Proponen establecer metas de reducción de plaguicidas
Fernando Bejarano hizo hincapié en que es fundamental que en la elaboración de la Estrategia Nacional para la Reducción y Uso adecuado de Plaguicidas que se está elaborando en coordinación con Semarnat, Cofepris y la Secretaría de Economía, se establezcan mecanismos para la participación efectiva de las organizaciones campesinas, del sector de las empresas productoras y distribuidoras de bioinsumos, y de expertos de la academia, de centros de educación e investigación en agroecología, y de grupos no gubernamentales, sin conflicto de interés con la industria.
Además propuso crear un sistema nacional de vigilancia que permita saber cuánto, dónde y que tipo de plaguicidas se usan para ir acompañando las metas de reducción y prohibición progresiva de los plaguicidas altamente peligrosos.
“No se trata solo de sustituir un plaguicida por otro de menor peligrosidad sino de establecer una estrategia nacional para la transformación agroecológica de los sistemas alimentarios a pequeña, mediana y gran escala, y lograr una mejor coordinación en el territorio de los programas actuales que impulsa Sader, Semarnat y la Secretaría de Bienestar con el apoyo de los gobiernos estatales y la organizacion de los productores y grupos de interés público”, añadió.
Otra medida significativa –puntualizó– que la presidenta Claudia Sheinbaum podría tomar es instruir a la Cofepris a que se publique a la brevedad la actualización del reglamento sobre el registro de plaguicidas, para que incluya como nueva categoría regulatoria a los plaguicidas altamente peligrosos y tengan las autoridades las herramientas institucionales para la prohibición progresiva de plaguicidas altamente peligrosos, como recomienda la CNDH, además de otorgar mayores facilidades de registro a moléculas de menor peligrosidad.
Bejarano recordó que dicha actualización del reglamento de plaguicidas se estuvo trabajando por Cofepris, Semarnat y Sader desde fines del sexenio anterior, y se incorporó después también a la Secretaría de Economía, pero no se ha publicado aún.
Fuente original: https://imagenagropecuaria.com/2025/prohibe-4t-35-plaguicidas-pero-quedan-200-altamente-peligrosos-prohibidos-en-otros-paises/